Domburg es un pueblecito costero en la peninsula de Zeeland, al sur de Holanda. Desde que un compañero de trabajo nos lo recomendó no hemos podido evitar dejar de ir. Habitualmente solemos quedarnos en el camping Hof Domburg, pero esta vez nos alojamos en el B&B De Lijsterhof, ya que tenemos compañia.
Como el viernes no llegamos muy tarde, nos dio tiempo de dar un paseo por la duna y subir a ver la puesta del sol desde un mirador que ofrece unas preciosas vistas sobre el mar y sobre la peninsula de Zeeland.
Al día siguiente, el desayuno en el B&B resulta espectacular, abundante y suculento. Decidimos controlarnos un poco, ya que también queremos disfrutar de la gastronomía local.
Amanece un dia de sol que nos permite hacer lo que teníamos pensado, pasar el dia andando por una de las muchas rutas que salen, tanto a bici como a pie desde Domburg. Nos ponemos en marcha en direccion a Zoutelande, pasando por WestKapelle, lo que completaría una ruta de 11,6 kilómetros.
La ruta discurre por un camino, perfectamente habilitado para peatones y/o bicis, sobre una duna, a lo largo de la playa. Una playa enorme, dividida cada poco por una especie de embarcaderos hechos de estacas de madera. Cruzamos Westkapelle, pueblo en el que es imposible no ver su famoso faro construido sobre la torre de una iglesia que se quemó en el Siglo XVIII.
La duna se eleva mas en esta parte del recorrido, haciendo que desde el camino las vistas mas amplias. Asi llegamos a Zoutelande, donde nos reponemos comiendo unos broodjes (bocadillos) y tomando unos refrescos en un chiringuito frente al mar.
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