sábado, 13 de noviembre de 2010

Ruta por Alemania y Chequia III

Plzen - Karlovy Vary - Bamberg

Hoy dejamos Praga atrás para ir a dormir a Karlovy Vary, una ciudad balneario en la región de la Bohemia de Chequia. Antes queremos pasar por Plzen, ciudad que da nombre a la cerveza Pils y en la que visitamos la fabrica de la cerveza Pilsen.

La ciudad no tiene nada interesante, y lo mejor de la visita a la fabrica es la degustación de cerveza que fermentan en barrica de madrea, deliciosa. La forma de servirla nos recuerda al txotx de sagardotegi. ¿Habran pensado en convinar este lugar lleno de barriles de cerveza con unos buenos chuletones?

Nos ponemos en ruta a Karlovy Vary, el Hotel al que vamos nos motiva para llegar pronto. Es el Hotel Spa, que tiene una piscina experior termal. 
Bañarse en pleno invierno continental en una piscina exterior de 50 metros a 28-30 grados puede ser una experiencia.

Lo confirmamos nada mas llegar. Estamos a pocos grados por encima de 0 y la piscina desprende una nube continua de vaho. Nos perdemos dentro de ella durante el rato de baño. El Hotel es el edificio mas alto de la ciudad y tiene un rastro muy evidentente a un pasado sobietico. En general es viejo, pero funcional. Por lo demas, la visita a Karlovy Vary es un largo paseo a lo largo del rio Teplá, de aguas calientes. 
La arquitectura de la ciudad tiene un estilo imperial, hay fuentes de agua termal a lo largo de todo el camino, pero es en el edificio de la foto donde se congrega la mayoría de la gente. El agua termal se bebe en un vaso de ceramica (no se puede beber directamente al salir demasiado caliente).

El vaso de ceramica es estrecho y alargado, se echa el agua por la parte superior y se bebe por una especie de pitorro que suele ser la asa, de tal manera que el agua se va enfriando en su tránsito.

Al día siguiente tenemos un día radiante y lo aprovechamos para dar una vuelta por las colinas que rodéan la ciudad. Empezamos subiendo en el funicular de Diana hasta la torre que lleva el mismo nombre.
Despues de subir en el funicular entre la espesura del bosque, a la torre subimos en un ascensor. Las vistas merecen la pena.

Decidimos bajar a Karlovy Vary por un sendero que va pasando por diferentes miradores sobre la ciudad. El día soleado y templado que nos ha salido hace que el paseo sea un regalo. Las vistas y el paseo son mas bonitos de lo esperado, los miradores de madera y la tranquilidad que se respira hacen retroceder años, cuando esta ciudad estuvo de moda siendo un destino de la aristocracia europea a finales del silo XIX.


Praga - Karlovy Vary - Bamber - Mönchengladbach: 800 KMs

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